miércoles, 2 de septiembre de 2015

Colombia un país sin memoria



El pasado 20 de Julio del 2015, muchos salieron a celebrar el grito de la independencia, creyendo que hoy somos libres y que ese suceso histórico ha transformado para bien el país, sin embargo, no comparto que sea así, en realidad creo que seguimos bajo el dominio criollo, que solo cambio el régimen español al criollo, dominado por las altas logias del caribe, intentando construir país, por eso al realizar una comparación de las diferentes explotaciones españolas con las que hoy realizan el gobierno y las multinacionales, nos damos cuenta que seguimos siendo esclavos del régimen fundado en políticas neoliberales, conduciendo a nuestra sociedad al consumo imponente producidas por la globalización, desconociendo los derechos de los sujetos y poniendo por encima los interés políticos, económicos de las pocas hegemonías y multinacionales del país.




Por eso hablar de economía en las concepciones Colombianas produce indignación, por el sistema económico del capitalismo mixto, en el que la tenencia y la riqueza, sin importar el bien común es el valor que prima, privatizando bajo una política neo-liberal los bienes públicos, con el fin de beneficiar a las multinacionales y los mercados de las grandes potencias, poniendo como excusa los diferentes TLC, para favorecer la explotación de nuestros recursos naturales y de nuestro territorio.

Este abismo planteado desde el plan Colombia, generado por el ex-presidente
Pastrana en 1999 y hoy vigente bajo la presidencia del presidente Santos, ha generado serias consecuencias al interior del país con la apertura del mercado y la creciente “economía”, desde un discursos planteado desde la guerra civil vivida por más de cincuenta años, justificada por la corrupción paramilitar por el ex-presidente Uribe y una realidad devorante del narcotráfico, que consume las diferentes ciudades y comunas en el país, permeando todas las esferas sociales y por último la injusticia social, política y económica que tienen que vivir a diario los habitantes de nuestro país, visualizan evidentemente la crisis que actualmente vivimos.

Como esta realidad no “favorece” el país, los gobernantes quiere reprimir la movilización social y todos aquellos impulsos que los diferentes movimientos sociales populares  impulsan, uno de los medios se dan a través de la hegemonía comunicacional del país, alineada por los interese de las grandes hegemonías Norteamericanas, intenta generar una opinión distorsionada en la mayoría de los consumidores de estos medios de comunicación, ocultando los verdaderos intereses detrás de esto, he aquí un elemento transversal al tema político y económico, es el tema de los intereses, estos son los que impulsan el desarrollo de un país, para bien o para mal, en nuestro caso los intereses de muchos grupos políticos y económicos, han permitido que estos se enriquezcan a cuesta del trabajo de gente honrada y honesta, teniendo como ejemplo la lucha campesina y el efímero despertar social de otros sectores del país.


Sin embargo y a pesar del antecedente del pasado 29 de agosto del 2013, considero que la historia es clara con el pueblo Colombiano, somos una sociedad sin memoria, nos cuesta recordar y solo vivimos el momento, por eso al momento de una contienda electoral, no elegimos bien y tomamos la decisión basada en lo que los medios de comunicación lo inducen, o en la basta imagen de diferentes políticos, si es posible cambiar el país, pero es casi imposible cambiar la forma de pensar del pueblo Colombiano, lo que deja nuestra nación en la desesperanza, en la incertidumbre y en un sinsabor de que esto pueda cambiar algún día.

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"Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho" Paulo Freire